Al llegar a Munich después de un vuelo muy tranquilo cogimos el tren desde el aeropuerto (excesivamente caro) con destino a la Estación Central ya que cerca estaba nuestro hotel. El barrio donde esta el hotel esta plagado de casas de apuestas, casinos y sex shops...pero no hay problema, es muy céntrico, podemos acceder a todos los sitios caminando.
Una vez comienzas a recorrer la ciudad te das cuenta que esta ciudad cuida y respeta sus tradiciones locales, el numero de tiendas donde venden el traje típico bávaro es bastante elevado y no es difícil cruzarse con muniqueses vestidos de esta manera. La cerveza es una religión y en cada esquina hay cervecerías con sus jardines para degustar una gran cerveza, como la Hofbräuhaus,posiblemente la más conocida de la ciudad donde hay mas extranjeros que clientela local, que es donde hemos acudido a comer.
La cuidad vieja contiene la gran parte de los edificios que son de visita obligada como el el Neues Rathaus y el Altes Rathaus (reconstruido según los primeros planos de 1439), la Frauenkirche, el Viktualienmarkt y muchas cosas mas.
Toda la ciudad vieja estaba repleta de turistas y a medida que te alejabas disminuía la densidad pero no así la belleza de la ciudad, encontrando rincones mas tranquilos pero no exentos de encanto, como los alrededores del rio Isar y el barrio de los museos, la Residentz...
Para ser el primer día del viaje a sido un día intenso y mañana nos espera el primer día de circulación por Baviera, a ver que tal se nos da.
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