Nordlingen desde el campanario. |
Después de desayunar hemos ido a probar los dulces típicos de este pueblo, bolas de nieve, que estuvimos viendo ayer durante toda la tarde y decidimos posponer la degustación para esta mañana, la verdad que entran mejor por la vista que por el gusto.
La primera parada del día ha sido Dinkelbülh, un tranquilo pueblo amurallado. La visita ha valido la pena y después de perdernos por sus calles sin ningún objetivo fijo hemos continuado hasta Nördlingen, donde hemos parado a comer. Este pueblo tiene todo el perímetro de 3 kilómetros amurallado y destaca su catedral, a la cual he subido para ver unas amplias vistas de la región. Mientras estaba en la torre de la catedral se veían nubes de tormenta y efectivamente la tormenta ha llegado. He bajado para buscar a Vicky e ir a comer y esperar a que la tormenta amainase para ir a nuestro destino final de la jornada, Augsburgo, ciudad capital de la región. Aquí ya notamos el bullicio de la ciudad que después de unos días de pequeños pueblos estresa un poco y mas si te tienes que orientar con indicaciones en alemán y tranvías. Se nota que hoy es viernes y esta es una ciudad de marcado carácter universitario pues hay bastantes locales y hemos podido salir a tomar algo, que sabéis que a Vicky y a mi nos gusta.
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