
Tras salir de Munich, nos hemos dirigido a Dachau, el memorial construido dónde estuvo el campo de concentración, la verdad es que a los dos nos ha impresionado estar allí, sabiendo todo lo que pasó, pero la visita vale mucho la pena.
Teníamos el hotel en Nuremberg, pero de camino hemos parado a comer en Ingolstadt, ciudad dónde se encuentra la fábrica de Audi, un pueblo precioso y totalmente recomendable para visitar.
En cuanto a Nuremberg, hemos estado visitándola toda la tarde y también nos ha encantado, Alberto ha cenado, ojo al dato... una sopa de albóndigas de hígado...Egggs!!!! Y yo, como no, salchichas de Nuremberg, que por algo dicen que son las mejores de Alemania y tratándose de salchichas eso significa que son por tanto las mejores del mundo.
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